Cuando se habla de un material que va a estar en contacto con alguna parte del cuerpo humano, el concepto va ligado a la Biocompatibilidad. La Biocompatibilidad se define como la cualidad que tiene un material de generar una respuesta biológica aceptable durante el tiempo y modo de contacto de una aplicación específica.
La norma ISO 10993 es la más utilizada para evaluar
la biocompatibilidad de dispositivos y materiales médicos, las pruebas
específicas que se realizan dependen del tipo de dispositivo o material médico
y la duración del contacto entre el dispositivo médico y el cuerpo. En el caso
de dispositivos no invasivos (solo contacto con la piel), se debe
demostrar que el dispositivo no causará daño celular (citotoxicidad),
irritación de la piel o una reacción alérgica (sensibilización). Los implantes
internos son más invasivos, se consideran más riesgosos y deben evaluarse para
detectar más efectos adversos potenciales que pueden desarrollarse con el
tiempo.
Las pruebas de Clase USP también son implementadas
para determinar la biocompatibilidad de los materiales. Hay seis clases, siendo
la VI la más rigurosa. Las pruebas de Clase VI tienen como objetivo
certificar que no hay reacciones dañinas o efectos corporales a largo plazo
causados por sustancias químicas que se filtran de los materiales plásticos.
La fabricación de dispositivos médicos impresos en 3D es un área en crecimiento en todo el mundo, gracias a la personalización del producto, los cortos plazos de entrega, la rentabilidad y la capacidad de crear dispositivos únicos que no son posibles con las técnicas de fabricación tradicional. La investigación de nuevos materiales poliméricos biocompatibles es crucial para ampliar las aplicaciones profesionales en el sector médico.
Las aplicaciones más comunes donde se requiere filamentos biocompatibles son para fabricar estructuras de fijación de pacientes en rehabilitación, prótesis personalizadas ligeras y resistentes y accesorios ortopédicos.
Algunos de los filamentos que cumplen con las normas USP
Clase VI y ISO 10993-1 son:
- ABS Medical:
Smartfil Es un material muy tenaz, duro y rígido, está diseñado para
aplicaciones médicas que exigen un grado medio de biocompatibilidad, puede
estar hasta 30 días en contacto con el cuerpo humano (uso tópico).
- PETG Biocompatible: Smartfil:
Es un material fácil de imprimir, con buena resistencia química, mecánica,
y térmica no desprende olores. El color natural es ideal para aplicaciones
médicas.
- PEEK Essentium:
termoplástico de alto rendimiento muy fuerte, con excelente resistencia
química, mecánica y a la temperatura, es biocompatible no implantable,
solo para contacto con la piel
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